martes, 5 de diciembre de 2017

Calendario de Adviento 2017, madroños

¿Madroños para el Calendario de Adviento? Sí, ese árbol que da unas bayas parecidos a las moras, y que de ahí le viene el nombre de las lenguas del norte de España, y que viene a significar 'maduro'. Pues, si.
En mi campo existe gran variedad de frutas.
De hecho de todo lo que creo que se puede aclimatar en este ámbito serrano: La Sierra Sur de Jaén.
Las planto y, a su debido tiempo de crecimiento y madurez, aparecen los deseados frutos.
En anteriores entradas publiqué las distintas variedades de ciruelas, de manzana sanjuanera, de caquis de feijoas... que perfilan con diferentes tonos y tonalidades las diversas variedades de rosas, azucenas, nardos, malvas y muchas otras.  
  

                       
¿Y cómo ha llegado hasta mi terreno este árbol?
En cierta ocasión, hace como diez años, el día que en Andalucía se celebra el día del Medio del  Ambiente, llegaron a mis manos  dos plantas de madroños.
Una de ellas no resistió el cambio de ubicación y murió,  quedando este otro ejemplar  que con el paso de tiempo,  llegó a crecer y aflorar sus frutos.
Su habitat es en zona sin labranza, como salvaje, como se puede observar en las imágenes.
Requiriendo un buen grado de humedad, con no mucha calor...aun así, en este clima se desarrolló sin dificultad.
Su naturaleza leñosa, de hoja perenne, le hace crecer alto, ya que puede crecer hasta seis u ocho  metros. Aunque mi ejemplar todavía tiene tres solamente.
Ignoro, por ser un árbol muy  escaso en esta zona,  la utilidad  de su fruto. Pero a mi me gusta.
Si bien su sabor al ingerirlo  es  agradable. Su tamaño es como el de una cereza.
Una de sus características  más curiosas es que florecen al mismo tiempo que madura su fruto, por lo cual coexisten flores y frutos, dándole un aspecto variopinto.
He buscado que entre sus propiedades principales está la gran cantidad de azucares que contiene y la capacidad de prevenir infecciones de orina y vaginal... Resulta beneficiosa contra el colesterol.
Junto con los feijoas, es el único árbol que durante el invierno mantiene su verdor, cosa que me resulta muy gratificante a la vista, ya que he de destacar que los otros frutales, en esta época, permanecen desnudos, luciendo todo su ramaje sin hojas.
Y por hoy, con estos frutos, me despido de vosotros ¡Hasta pronto!
-Olmo-

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