domingo, 31 de agosto de 2014

El 31 de agosto:

Domingo, pero no un domingo cualquiera para la mayoría de la gente.
Hoy terminan prácticamente las vacaciones de verano.
Ha sonado el clarín de retirada, hacia los cuarteles de invierno. Todos retornan a sus ciudades de origen, al interior y a sus rutinas de siempre.
Playa de les Amplaries, en el complejo de Marina d'Or -Oropesa del Mar- Castellón
En la playa, unos pocos privilegiados, entre los que me encuentro, siguen con los hábitos veraniegos: paseos por la orilla, con las olas lamiendo los pies; cervecitas frescas en la terraza mirando al mar...
Yo soy de las personas recién incorporadas a este grupo aristocrático -en el sentido griego de los mejores- : los jubilados. 
Después de acumular unas cuantas décadas trabajando, bien nos merecemos estas vacaciones prolongadas. Unas vacaciones en las que el descanso se considera cambio de actividad.
¡Ah, cuánto han cambiado los tiempos! Ahora percibimos la palabra jubilación en su verdadero sentido, con el significado de júbilo. 

Espero que estas sean las primeras de las muchas temporadas que no tengo que reintegrarme al trabajo que me ha ocupado cuarenta dichosos y enriquecedores años de mi vida.
-Margalló-

jueves, 21 de agosto de 2014

Un plato de celebración familiar:

El verano es época especial de reuniones familiares. Los hermanos que están fuera acuden a pasar este período estival al pueblo.
Mi hermano, Otro Olmo, pero tan alto y espigado que bien podría llamarse álamo, es el artífice de este plato tan suculento.
 Para hacerlo necesitas varios ingredientes, nosotros los hemos cogido de mi huerta. 
   
Tomates, pimientos, cebolla, ajos, chorreón de aceite, otro de cerveza, pimentón rojo, almendras peladas y doradas, triturado todo en el turmix. Esa es la salsa.
Puede tomarse como acompañamiento de cualquier otro plato, pero nosotros nos la hemos tomado ya con la compañía, luego viene el añadir unos buenos filetes de carne, en este caso le ha puesto chuletas de lomo de cerdo.
Así tienes que hacerlo: Pasas la carne por la sartén para sellarla, y pones todo: la salsa y la carne en una cazuela grande. Tienes que guisarla hasta que se empape la carne, a fuego lento. Y ya está ¡para toma pan y moja! 
-Olmo-


viernes, 15 de agosto de 2014

Un desayuno festivo:

¿A quién, cuando se le van los huéspedes y familiares, no le han quedado restos de panes especiales?
Bueno, pues este ha sido mi caso. En el armario me han quedado restos de hot dog, o sea, pan para salchichas de frankfurt y pan redondo de hamburguesas.
Esta mañana me he levantado con ganas de comer un desayuno especial, que para eso es la Virgen de Agosto, festividad que marca el ecuador del mes.
Y este ha sido el postre:
En homenaje a la luna: unas torrijas con su forma.
La receta es fácil. La copio aquí por si te animas a realizarlas tu.
F.- Pon un poco de leche, en un planto hondo. Mete al microondas para que se caliente un poco.
F.- Mientras prepara Ä.- Un plato con un huevo batido, para 8 semicírculos.
                                        Ä.- Un plato con harina.
                                        Ä.- Un plato con azúcar mezclado con canela.
                                        Ä.- Una sartén con aceite de oliva, caliente, para freír.
F.- Ahora, remoja, la mitad de un  pan de hamburguesas, en la leche. Cuidado porque este tipo de pan absorbe muy pronto el líquido, y se ablanda mucho, enseguida.
F.- Rebózalo en el huevo.
F.- Pásalo por la harina.
F.- Ponlas a freír en la sartén, cuando esté dorada, dale la vuelta, con el fin de que se haga por el otro lado.
F.- Sácala cuando esté dorada, y ponla en el plato con el azúcar, primero por una cara, luego por la otra.
Repite el proceso con todos los trozos de pan.
Y ya puedes disfrutar de un postre delicioso y rápido. Puedes tomarlo caliente, o frío. Si las metes en el frigorífico parecen más apetitosas para esta época veraniega.
Torrijas hechas con pan hot dog.
-Margalló-

La luna cambia de cara:

 En la noche de terciopelo estival, aparece en el horizonte  la luna, un puntito diminuto, precedida de su resplandor, mostrando una nueva cara.
 Ha tenido tantos observadores y es centro de atención
que emerge del mar y se eleva, vergonzosa, anaranjada, envuelta en etéreos velos.

lunes, 11 de agosto de 2014

Una noche estelar y lunar:




Desde Castellón, en la ciudad y en la playa Morro de Gos, Oropesa del Mar...


En Torrevieja la vió así nuestro amigo Sauce.

En el interior, en Teruel, se ha podido observar así.
  Y Olmo la ha podido inmortalizar esta mañana entre los olivos...

Unas noches lunáticas:

Estas noches estamos viendo la luna más grande

Los científicos nos hacen explicaciones y diagramas:












Pero los terrícolas tenemos otra visión...Y lo puedes comprobar en nuestra entrada siguiente ;)

martes, 5 de agosto de 2014

Las flores en agosto

-El jardín de Bignonia-
La ipomea, yedra morada, campanilla, dondiego de día…
Esta americana de múltiples nombres
se abraza con fruición a la madera de la espaldera
como una amante voluble y posesiva,
con sus delgados y flexibles dedos que emergen
de entre los corazones de sus hojas.
Las flores abundantes pero solitarias
lloran los días sombríos, negándose a abrirse y
se duermen cada atardecer despidiendo el día
hasta la mañana siguiente
cuando las despierten
los  cálidos y luminosos rayos de sol
y vuelvan a trepar tapizando la celosía.
-Margalló-

lunes, 4 de agosto de 2014

Otras flores de agosto:

-Gladiolos cultivados por Bignonia-

De origen exótico y africano,
Elegantes espadas verdes que hacia el cielo se yerguen,
Se despiertan de su letargo invernal con la luz veraniega.
Obteniendo su hermosura
de la fuerza interior oculta y subterránea,
los gladiolos nos ofrecen sus coloridas trompetas
lanzando al aire la alegría de sus matices
rosas pálidos, carmines, fucsias, amarillos, blancos…
-Gladiolos cultivados por Olmo-
Son límites que con sus gargantas de brillantes estrías
cantan la diferencia entre la delicadeza de las flores
y la exuberancia de las suculentas hortalizas.
-Margalló-

Las flores de agosto:


Me gustaría ser poeta para inventar versos.
Me gustaría ser aire para acariciar tus mejillas.
Me gustaría ser la lluvia para regar tus ilusiones.
Pero nada de eso soy. 
Solo soy, eso, un jardinero, 
un cultivador de plantas, de flores...
Así que ofrezco lo que tengo:
este hermoso y lozano nardo
que erguido brinda persistentemente
su fragancia,
su blancura,
su elegancia...
¡Todo en él es poesía!

                                                        
                                                                    -Olmo-

viernes, 1 de agosto de 2014

Una receta y un libro:

A mi me gusta muchísimo leer. Y si en la narración aparecen recetas de cocina explicadas por los protagonistas, mejor que mejor, porque a mi siempre me apetece llevarlas a la práctica.
Este verano una de mis lecturas ha sido la Novela finalista Premio Planeta 2013: Mermelada de pétalos de rosas de  | .
En ella aparece la receta para hacer mermelada de pétalos de rosas. Aquí la copio como viene en el libro, en la página 73.
"(...) Ingredientes: cuatro rosas de color rosa, un limón, un poco de agua, una manzana y azúcar.
Deshojar las rosas cuidadosamente y ponerlas en agua fría.
El agua servirá para hervir la pulpa de la manzana. Mezclar con el zumo del limón y el azúcar, tres o cuatro cucharadas al gusto.
Cuando todo esté en forma de crema, echar los pétalos, de rosas y dejar hervir.
Después añadir un chorrito de agua de rosas.
Todo debe hervir nuevamente cinco minutos más.
Triturar la mezcla, y dejar reposar. (...)"
Yo la hice ayer, y he interpretado la receta a mi manera:
Cogí una manzana que tenía en casa. La lavé, la pelé y la corté en láminas finitas.
Medí un vaso de agua, y lo puse en una cazuela. Añadí 4 cucharadas de azúcar y un chorrito de limón.
Lo puse todo a fuego fuerte.
Mientras lavé los pétalos. Elegí unos dos puñaditos y deseché las que empezaban a estar marchitas.

Cuando rompió a hervir, removí cuidadosamente para que la manzana, el azúcar y el limón formasen un todo.
Una vez que la manzana estuvo cocida, añadí los pétalos, y seguí removiendo, hasta que toda la crema anterior fue tomando el color rosa de las flores.
No tenía agua de rosas, de modo que añadí una cucharada de anís seco.
Dejé hervir los 5 minutos que recomendaban en el texto.

Y apagué la vitrocerámica, dejando reposar la mermelada, que tenía este aspecto después de triturarla con la batidora.
Una vez fría, la serví como postre: una base de bizcocho borracho, con queso fresco de burgos, y coronándolo todo con la mermelada:

Finalmente la que sobró la envasé en un tarrito, que regalé a la persona que me había obsequiado los pétalos:
                
   
Os invito a probar, está riquísima. 



-Margalló-